Tor: una historia de Carles Porta
¿Eran Lázaro y él los matones de Palanca? Pablo Moreno rompe su silencio con Carles Porta casi 40 años después del asesinato de Sansa
Lázaro y Pablo, los dos mozos de Palanca, fueron señalados a menudo por los vecinos de Tor como sus matones. Los dos hermanos aparecen en las grabaciones de Carles Porta en el pueblo, poco tiempo después del asesinato de Sansa. Hoy, Pablo rompe su silencio.
La primera vez que Carles Porta consiguió acercarse realmente a Palanca (Jordi Riba) fue a base de licores y juegos de carta. "A medida que vamos sumando ratafías, el ambiente es más distendido... y llega Lázaro", rememora el periodista.
"¿Por qué te escondes? ¿Te escondes de qué? Igual que los niños. Tú pones los pelos de punta también", le acusaba el propio Jordi Riba en esta grabación. Lázaro era uno de sus mozos. "Dicen que tengo dos matones. Dicen que sois matones. Él es él, un matón, pero según vosotros. Pruebas, ninguna", decía Palanca bajo los efectos del alcohol a un Porta también bastante afectado por el licor.
Pablo, de vivir en las sombras a ser el heredero de Palanca
Observando en la escena, siempre en segundo plano, discretamente, se encontraba Pablo, hermano de Lázaro. "Incluso parece que, como a un niño pequeño, no lo dejan sentarse con los mayores", observa el investigador. Poco se le escuchó hablar en aquellos momentos, pero ahora tiene mucho que decir.
Pablo empezó a trabajar con Jordi Riba (a quien él se refiere por su nombre de pila) en los años noventa, poco antes del asesinato de Sansa, cuidando de sus caballos.
La entrevista con Carles Porta
"Tú sabes que la gente ha comentado muchas veces que tú y Lázaro eráis los matones de Palanca", le refiere Carles Porta en esta reciente entrevista. "¿Matones de qué? ¿A quién hemos matado nosotros? Que salga uno y me diga a quién hemos matado nosotros", responde a la defensiva."Con los únicos que nos hemos metido es con la gente que ha venido aquí a tocar los cojones a la montaña, a invadir cosas que no tienen que hacer", acaba reconociendo.
Palanca "era una persona que tenía carácter, pero si lo sabías llevar, era buena persona", dice su heredero. Aunque con él también tuvo sus más y sus menos, inesperadamente, Palanca se fue distanciando de Lázaro y comenzó a tratar a Pablo como al hijo que nunca tuvo. Hoy, es él quien está al frente de Casa Sansa.
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