Para velar por nuestra seguridad en un bar o un restaurante, no solo están las administraciones y los propios establecimientos. También contamos con técnicos de seguridad alimentaria, como Beatriz Robles, a quien Alberto Chicote entrevista en esta entrega de ¿Te lo vas a comer? dedicada a las alergias.

Antes de comenzar con sus preguntas, el presentador muestra los vídeos que el equipo del programa ha grabado en diferentes restaurantes con la colaboración de Lidia, una joven con alergia a la proteína de la leche de vaca, quien sufre, de media, al menos dos choques anafilácticos graves al año. Con una cámara oculta, ella visitó diferentes establecimientos para preguntar por la carta de alérgenos, el control sobre la contaminación cruzada y solicitó información acerca de la presencia de este alérgeno en los platos de la carta. El resultado fue desastroso. De estos tres sitios, ninguno le ofrecía la seguridad que necesitaría una persona con este tipo de alergias.

Robles destaca dos errores fundamentales que se cometen en muchas ocasiones: confundir entre ingredientes y alérgenos que estén en forma de trazas y no saber distinguir entre alergias e intolerancias. Otro de los fallos que detecta en un hostelero es asegurar "por su cuenta y riesgo" que unos platos están libres de alérgenos, cuando lo que hay que hacer en estos casos es hablar con cocina.

Alberto Chicote reflexiona en presencia de Beatriz Robles acerca de este asunto. "¿Lleva cacahuetes un plato con huevos fritos, patatas fritas y salsa de tomate?", se pregunta. "Igual, sí. Igual resulta que la salsa de tomates no la haces, sino que la compras, y el fabricante que hace la salsa de tomate hace también salsa satay y puede contener trazas de cacahuetes, por ejemplo, y llevarte al otro barrio", detalla él. Una afirmación con la que está plenamente de acuerdo Robles.

"Pueden provocar reacciones muy graves y comprometer la vida del consumidor. Probablemente, sufrirá una reacción adversa cuya gravedad dependerá de su sensibilidad, de una reacción leve a un choque anafiláctico", indica. "Como consumidor no puedes decidir si comes algo bajo tu responsabilidad porque no te dan la información que legalmente es obligatorio que te ofrezcan", recalca.

"'No pasa nada porque te quito la nuez de la ensalada y te la puedes comer'", pone ella de ejemplo de la frivolidad con la que la sociedad suele tomarse este tipo de afecciones. "Para un alérgico, que un alimento contenga el alérgeno al que puede desarrollar una reacción adversa, es como si para la población general contuviese desinfectante o matarratas".