Muchas personas mayores tienen dificultades para desenvolverse en la 'jungla digital' en la que se han convertido muchos servicios y acciones del día a día. La brecha digital es enorme: el 40% de las personas mayores no ha accedido nunca a Internet, otro alto porcentaje tiene dificultades para gestionar el banco o las citas en el médico a través de sus teléfonos móviles.

Aunque la digitalización de los servicios públicos es esencial, no puede dejar a nadie atrás. Por eso, cada vez más personas intentan digitalizarse con cursos de formación como el que se imparte en la Asociación cultural de mayores de Fuenlabrada, en Madrid.

Los que allí acuden se dicen torpes, o nefastos para las gestiones con los móviles. Su mayor preocupación es no entender nada, algo que llega a causar depresión, ansiedad. Al final, acaban comprendiendo que es todo cuestión de tener paciencia: "Yo le digo a mi hijo: 'Igual que yo tuve paciencia para enseñarte a ti cuando eras niño, tienes que tener paciencia para enseñarme a mí ahora'".