La opinión de Beatriz de Vicente en lo referido al comportamiento de José Bretón es que "no cambia un cierto prototipo que él tiene de comportamiento", aunque esta semana se ha visto que en el momento que empieza a oír cosas que no le apetece escuchar, "tensa todo el cuerpo, sube mucho las cejas y denota una rabia muy sutil".

Destaca sobre todo que "no suele mostrar ningún tipo de indignación en una mentira", manteniéndose como una estatua a todo lo que escucha por parte de los testigos. Aunque la cosa cambia cuando se refiere a relatos personales, ya que "son momentos que a Bretón le conturban especialmente".

La criminóloga destaca que "en el momento que se habla de la hoguera, vemos a un Breton más activo y atento, más comunicativo con su abogado", ya que él se enfrenta a pruebas técnicas y objetivas, por lo que sabe que esas situaciones las puede controlar.

También es destacable resaltar que "Bretón se haya levantado en alguna ocasión para dirigirse a su abogado y no para las explicaciones del señor Echeverría", una manera de actuar en la que no muestra ningún interés en las pruebas sobre el asesinato de sus hijos, por lo que "no vemos a un hombre desesperado ni dolido".