Si Timoteo Buendía es el primer condenado por el Tribunal de Orden Público, Eduardo Saborido es el obrero más condenado. Para conocer su historia, hay que empezar recordando su papel como uno de los 'Diez de Carabanchel', un grupo de sindicalistas que se reunían clandestinamente en un convento de Madrid.

El juicio al que se enfrentaron sería conocido como 'proceso 1001' y un asesinato marcó su devenir. ETA mató a Carrero Blanco justo el primer día del juicio contra los sindicalistas. "Se temió por la vida de los procesados, porque además hubo manifestaciones de extrema derecha a su alrededor", explica la catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona Carme Molinero.

Sin embargo, Saborido apunta en el vídeo sobre estas líneas que "lo más grave fue lo que dijo el presidente del tribunal durante el juicio: 'yo de verdad lo que me gustaría ahora es salir a la calle y con una pistola matar a rojos', y con esas condiciones el juicio continuó". Con ese ambiente de exaltación franquista, los 'Diez de Carabanchel' fueron condenados a penas que sumaban 162 años de cárcel. A Saborido y Marcelino Camacho les cayó la más alta, 20 años de prisión por asociación ilícita.

Aquella condena desató la solidaridad en el país y a los pocos días de morir el dictador ya no había tanto miedo a manifestarse frente a la cárcel. Luego llegaron los indultos y las salidas emotivas de la cárcel, como la de Camacho o la de Saborido, que aún recuerda el abrazo con su mujer: "Se tiró encima de mi, rodamos por el suelo y nos jartamos de llorar, pero ese lloro era el lloro de la libertad", cuenta.