Emiliano García-Page tuvo un desencuentro con José García Molina (Podemos), quien fuera vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, que en 2017 anunció a través de una convocatoria que tendría un encuentro con el entonces vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras. Ese encuentro no fue avisado a García-Page, que procedió a la llamarle para advertirle que no podía ir allí en calidad de vicepresidente regional.

"Le dije: 'No vas a ir a Barcelona como vicepresidente. El presidente soy yo, las relaciones entre comunidades autónomas las llevamos las presidencias de las comunidades autónomas, pero además no vas a ir. Si te empeñas y quieres ir, cuando vuelvas y entres al despacho ya no eres vicepresidente de Castilla-La Mancha'. Y lo quitó", recuerda García-Page.

Para el presidente socialista, cuando se gobierna en coalición "es mejor ponerse colorado una vez que ciento amarillo", momento que puedes volver a ver en el vídeo que acompaña a estas líneas.