Muy cerca de Barraca, la primera discoteca en la que cobró vida la Ruta del Bakalao, se fundó Chocolate, otra de las legendarias de la Movida Valenciana. Su estilo era mucho más radical. Así lo cuenta Toni Vidal, 'El Gitano', uno de sus DJ en 'Pongamos que hablo de...'. "No era una discoteca, era una secta en la que yo era el gurú. Los que venían a mi casa, tenían que ser como yo", asegura en el programa conducido por Iñaki López.

Cristina Almeida destaca su ambiente tenebroso. "Era todo muy siniestro allí. Las chicas se ponían peinados góticos y pintadas de negro", relata. "Daba como un poco de miedo, ¿no?", comenta en la misma línea la periodista valenciana Nuria Roca. Algo de lo que era plenamente consciente el DJ, según reconoce en el documental.

"Toni 'El Gitano' era como muy punki, ¿eh? Las fiestas eran impresionantes e interminables. Yo he llegado a estar dos días dentro de Chocolate. Imagínate todo lo que allí se podía hacer", recuerda la drag queen 'La Faraona'. "Me ponía completamente desnudo y me acuerdo de un día que una persona me tiró una botella de champán contra el arco que había en la cabina. Cogí a la chica y le pregunté qué le había pasado y me contestó que había visto al demonio. Le dije, 'no te preocupes, estás perdonada'", rememora el 'gurú' de este mítico local.

Juan Carlos García, productor audiovisual y cámara en La Ruta del Bakalao, afirma que él llegó a ver vaquillas corriendo dentro del local. "He vivido conciertos a las 5 y las 6 de la mañana". Efectivamente, Toni les hacía tocar en plena madrugada. "Pero es que a las 7 de la mañana hay gente en la calle y a las 7 de la mañana tocaban los grupos de Chocolate", se justifica 'El Gitano'. "Cuando yo iba a Londres, los grupos me pedían tocar en Chocolate".

"¿Y qué hacían durante ese tiempo los grupos, entre el primer pase y el segundo?", pregunta la redactora. La respuesta es clara: "drogarse".