El precio de los alquileres está más alto que nunca, también el de los pisos compartidos, que ha subido un 40%. Esto ha llevado a la proliferación de todo tipo de ilegalidades y abusos que se encuentran en algunas ofertas. Más Vale Tarde analiza alguna de estas prácticas ilícitas, entre las que se encuentran compartir una cama de matrimonio con un desconocido o tener el mismo horario que el casero por no tener derecho a llaves de la vivienda.
"Yo no doy la llave hasta que haya confianza", afirma una de las personas que ofertan uno de estos pisos compartidos a la reportera del programa, que asegura ser "alquilado pero con permiso para subarrendar" y que deja claro que no está dispuesto a hacerle contrato: "Esto te puede interesar o no, es así de fácil", sentencia.
"Al no considerarse alquiler de vivienda, la ley de arrendamientos urbanos no es la que prima", explica Beatriz de Vicente, que comenta que, en el caso de los pisos compartidos "nos movemos en la ley de la oferta y la demanda, y por tanto no podríamos decir que estas barbaridades son legalmente cláusulas abusivas, son un abuso moral".
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En el vídeo sobre estas líneas, Más Vale Tarde contacta con otros anunciantes que ofertan habitaciones a compartir con un desconocido, en algunos casos incluso en una cama de matrimonio.