Las asociaciones ecologistas y la dirección del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel creen que la raíz del problema está en la depuradora de aguas de Manzanares. Una planta que, dicen, está preparada para tratar con aguas residuales, pero no para lidiar con los vertidos tóxicos que, aseguran, llegan desde las empresas vinícolas de la zona.

Estas empresas, bodegas y vinícolas de la zona, que aseguran que sus procesos cumplen con la legalidad vigente. 'Más Vale Tarde' ha contactado con la Concejalía de Medio Ambiente de Manzanares, que se niega a hacer cualquier tipo de declaración. A pocos kilómetros se puede comprobar: en una balsa el agua del río se va quedando estancada hasta que hay una crecida. Los signos son de clara contaminación.

En 2009, la Comisión Europea abrió un expediente a España por la sobreexplotación de los acuíferos de la zona. Ya en 2007 la UNESCO se planteó retirar al Parque Nacional el título de Reserva de la Biosfera. En la actualidad, el humedal de las Tablas de Daimiel vuelve a verse amenazado por un vertido contaminante, y todo apunta a que su origen estaría en una depuradora de aguas.