Ahora su único empeño es derribar el Senado pero hace cosa de un año, cuando era más pequeño, Nicolás tenía otras aspiraciones. De aquellas saludaba a unos y parapetaba a otros e incluso compartía siestas.

Pero, sobre todo, pasaba muchas horas colgado al teléfono y tanto es así que, según él, hasta el CNI le pinchó el teléfono. Antes de sus citas judiciales tuvo una policial de la que ahora también cumple su primer aniversario.

El 14 de octubre Francisco Nicolás terminó detenido, acusado por falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas, aunque lo increíble es que no le pilló por sorpresa. Una llamada le puso en alerta, y al otro lado de la línea estaba Carlos García Revenga, el que fuera hombre fuerte de la Casa Real, el que fuera secretario personal de las infantas según apuntó la investigación policial.

El mismo Nicolás lo dijo así: "Con la persona con la que yo hablaba era García Revenga". Y así lo quiere saber ahora el juez que instruye la Operación Nicolay.

En el auto, al que ha tenido acceso la Sexta Noticias, se piden todas las llamadas enviadas y recibidas en el móvil de García Revenga el diez de octubre de 2014, cuatro días antes de la detención de Nicolás.

En esa llamada el exsecretario de las infantas habría aconsejado al pequeño Nicolás que, con la Policía siguiéndole los talones, se dedicará a estudiar y no hiciera nada más.

Pero de ser así, ¿por qué un hombre de confianza de Zarzuela haría esta llamada?, ¿cómo lo sabía?, ¿qué pretendía?.

Ahora una petición de información podría desvelarlo, requerida hace cinco días, igual que todo el listado de movimientos bancarios hechos por Francisco Nicolás desde el 1 de enero de 2013 hasta la actualidad.

"Mi estrategia era hablar poco y conseguir mucho", explicaba Nicolás. Sus posibles honorarios, sus posibles ingresos sin trabajo conocido, la justificación a su tren de vida sólo podrían destaparse así.

Aunque él nos confiesa, está muy tranquilo. Y eso que, ya saben, le pilla en plena campaña, la de su asalto al Senado. Una nueva aventura del ya no tan pequeño Nicolás tras la que algunos solo ven el deseo de convertirse enaforado.