Un total de 810.367 personas entre los más de 37 millones de electores se han dado de baja en la página web del INE para evitar recibir propaganda electoral. Lo que probablemente era desconocido para ellos es que, en realidad, estas personas lo único que habían hecho era evitar que el INE otorgara sus datos a los partidos políticos con esos fines.

Formaciones como el PP o el PSOE han utilizado el listado del INE, pero lo que ha hecho Vox es pagar por los datos de los electores en el catastro. Entonces, previo pago, éste le da un listado de las casas que están al día en el IBI, porque es así como entiende que realmente vive gente.

Se trata de un truco totalmente legal: si se utilizan otros listados, lo único que hay que hacer es lo que ha hecho Vox, retirar el nombre. Para ello han utilizado la fórmula 'electores residentes en', sin la necesidad de poner el nombre del destinatario. Todo ello en un sobre adornado con la bandera de España.

A las formaciones políticas se les otorga una cantidad de dinero para realizar los sobres electorales. Según la fiscalización de las últimas elecciones, se sabe que ronda en torno a 20 millones de euros por cada partido, pero no es una cifra exacta: a los partidos, los ciudadanos les otorgan 18 céntimos para que introduzcan la papeleta en el sobre, y el envío tan sólo les cuesta un céntimo. El precio real son 16 céntimos, pero es el Ministerio del Interior el que paga la diferencia entre esa cifra y el céntimo que cuesta a las diversas formaciones.

La ley española también prohíbe el uso electoral de la bandera de España, ningún partido puede apropiarse de ella como si fuera sólo suya, tal y como recoge la ley electoral. Por eso, la Junta Electoral negó a Vox la utilización del mismo sobre que ya ha llegado a nuestros buzones, pero la formación lo llevó hasta el Tribunal Supremo, que, tras un análisis, dio la razón a la formación de Abascal.

El truco es que no pone Vox en la bandera, por lo que, aparentemente, Vox no hace un uso deshonesto de la bandera. Así, el Supremo dictó que, dado que la bandera está usada de forma respetuosa y no pone el nombre de la formación, su uso, al igual que en actos electorales, está permitido.