Así es la muerte dulce: una chimenea, un brasero o una estufa de gas pueden matar en media hora
Le llaman la 'muerte dulce'. La víctima no sufre, el ritmo cardíaco disminuye hasta que se para el corazón. La inhalación de monóxido de carbono frena el sistema de alerta, el afectado no siente asfixia, el gas es inoloro y los sentidos quedan totalmente adormecidos. A este riesgo se enfrentan miles de personas cada día.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar, recoger datos estadísticos y mostrarle publicidad relevante. Si continúa navegando, está aceptando su uso. Puede obtener más información o cambiar la configuración en política de cookies.