“Estos dos hermanos componen una pareja criminal, un binomio de sujetos que cometen un acto delictivo. La relación entre ellos podría ser asociativa, persiguen los mismos objetivos y comparten un cauce, no lo creo. Podría ser complementaria, persiguen objetivos diferentes pero comparten el mismo modus operandi en la manera de llegar a sus objetivos. Creo que nos encontramos en la pareja criminal muy habitual de inductor e inducido. Hay uno que tira, lidera y manda. El otro se relaciona con él desde la admiración, la fascinación, la subordinación y en muchas ocasiones el miedo”, cuenta la abogada criminalista.

“El hermano mayor, de 26 años, está relacionado con el entorno de Chechenia. En el 91 hay un conflicto bélico severísimo. Él ha podido impregnarse de este belicismo con un conflicto que se llevó por delante 150.000 vidas”, asegura Beatriz de Vicente.

“Hay un detalle que me ha hecho pensar mucho, quizás el hermano pequeño sea una víctima de su hermano mayor, porque el hermano pequeño sí era un sujeto integrado. Un chico que va a clase, a la universidad y tiene amigos. Al hermano mayor, con 26 años, le habían denegado la residencia. Su propio tío le tilda de fracasado. Puede que sintiera que EEUU no es el país de las oportunidades y así arrastró a su hermano”, explica la abogada.