David Cunto, camarero de profesión, ha vivido una auténtica pesadilla. Dos agentes de la Guardia Civil están siendo investigados después de que llevaran a cabo una violenta detención, la de David, al que confundieron con un ladrón. Los efectivos habían acudido al local avisados por un posible hurto, y dentro encontraron a David comiéndose un helado y jugando a las tragaperras. Cuando fue a abrir la puerta a los agentes, uno de ellos le derribó de forma muy violenta al suelo sin preaviso, llegando a ponerle la rodilla encima.

En Más Vale Tarde hemos querido ponernos en contacto con la víctima para que relatara en directo qué ocurrió, cómo se desarrollaron los hechos, para que los agentes actuasen así. "No sé cuál ha sido el problema. Yo estaba tan tranquilo sentado en el taburete y de repente me tiró contra el suelo. Después de eso, hubo un forcejeo porque yo tenía miedo de que pasara algo. Ni siquiera me dio tiempo a identificarme, y yo no había hecho nada".

"Solo le pregunté cuál era el motivo por el que me querían llevar esposado de ese lugar. Le pregunté quién fue el que había llamado, y de repente me tiraron al suelo". Según el atestado que hicieron los agentes, David se encontraba muy nervioso y agresivo. Unos comportamientos que no quedan registrados en las imágenes y que David niega. La víctima ha denunciado lesiones, y que no recuerda cómo fue introducido en el vehículo policial.

Tal y como ha contado en Más Vale Tarde, esas lesiones son "psicológicas sobre todo". La razón: "Desde que ha pasado esto estoy viviendo con miedo y suelo tener pesadillas". David también ha contado que reclamó a los agentes que llamaran a la dueña del local para confirmar su identidad, pero no lo hicieron. : "La dueña se enteró por parte de los clientes, la Guardia Civil no ha sido capaz de darle la noticia de lo que ha pasado. Un cliente llamó diciendo que había encontrado el local con sangre y dinero por el suelo, y por eso llamó a la dueña".