La Justicia ha absuelto a una mujer que asesinó a su madre en 2019 porque estaba convencida de que estaba poseída por el diablo. El tribunal ha dictaminado que no tiene responsabilidad penal al padecer un trastorno mental y la ha condenado a 11 años de internamiento en un centro psiquiátrico.

A raíz de este caso, Expediente Marlasca repasa otros crímenes vinculados con supuestas posesiones satánicas, como el conocido como el 'exorcismo' de Almansa: el asesinato en 1990 de Rosita, una niña de tan solo 11 años que fue eviscerada por su propia madre, su tía y dos vecinas.

La madre de la víctima, Rosa Gonzálvez, era la curandera más famosa del municipio albaceteño. En el madrugada del 18 de septiembre de 1990, Rosita fue destripada en su propia casa en mitad de un brutal ritual satánico.

"Es que no sé lo que pasó. Me he arrepentido, me he preguntado el porqué muchas veces. Pero es que no lo sé. Y el no saberlo, supongo que es lo que me deja seguir viviendo", afirmaba su madre y asesina 15 años después del crimen, en la única entrevista que ha concedido.

Las cuatro mujeres habían consumido diferentes sustancias psicotrópicas y terminaron atacando a la menor. En medio de sus alucinaciones, aseguraron que Rosita tenía el demonio dentro y que la única forma de sacárselo era matándola.

Aun así, su madre siempre ha asegurado que no recuerda nada de lo que ocurrió. El tribunal que la juzgó a ella y a otras dos de las acusadas decidió que eran inimputables: para la Justicia, estaban enajenadas mentalmente y por eso su condena fue la reclusión en un centro psiquiátrico penitenciario.

"El sufrimiento por mi hija no se me va a ir nunca, porque esto es seguir viviendo simplemente. No hay mucho más, porque lo que más quería ya no está", aseguraba Rosa Gonzálvez en la citada entrevista.

En el vídeo que ilustra esta noticia, Expediente Marlasca recuerda también el caso de Marcelo Ruiz, que decapitó a su hija de año y medio y aseguró en el juicio que estaba poseído por el demonio en el momento del crimen, o el de Daniel Montaño, que mató a una bebé lanzándola por la ventana, afirmando que había visto en ella la semilla del mal.