Junio de 2016. Tras recorrer casi 2.000 kilómetros en coche desde Alemania, el exmarine Dahud Ortiz asesina a tres personas en un despacho de abogados del barrio de Usera, en Madrid. Sin embargo, su verdadero objetivo era otro: acabar con la vida de Víctor Salas, el dueño del bufete, que mantenía una relación con su mujer. Este ha relatado su estremecedora experiencia en Expediente Marlasca.
"He vuelto a vivir por segunda vez el 22 de junio, cada día lo recuerdo", confiesa el abogado en el plató de Más Vale Tarde, donde ha explicado que actualmente trata de hacer justicia para las víctimas de Ortiz, dos abogadas y un cliente al que el atacante confundió con él, que se encontraban en aquel momento en el despacho.
Ortiz había descubierto la infidelidad de su esposa y, un mes antes del triple asesinato, llamó a su amante para amenazarle: "Voy a ir a por ti a matarte", llegó a decirle. Pero no fue su última llamada, sino que volvió a comunicarse con él tras cometer el crimen. "No puedo vivir conmigo mismo, -le reconoció en aquella ocasión-. No me importa nada".
Todos los días me pesan esas muertes. He vivido con miedo, me ha costado mucho levantarme de la cama"
"Él se sentía ya atrapado y acorralado", explica Víctor, que indica que el acusado tenía hackeadas las comunicaciones de su esposa, Irina, y que le llamó cuando se dio cuenta de que ella estaba declarando ante la Policía. Sin embargo, en esas conversaciones con quien pretendió matarle, nunca ha detectado culpa por parte de Ortiz.
"Nunca he sentido el arrepentimiento de esta persona, es más, él se siente víctima. Él no siente las muertes de estas personas, piensa y siente que es culpa de Irina y culpa mía. No se siente culpable porque dice que perdió la cabeza por ese hecho", explica.
No obstante, Víctor confiesa que él sí carga con el peso de esas muertes. "Todos los días de mi vida llevo esas muertes, todos los días me pesan. He vivido con miedo, me ha costado mucho levantarme de la cama. Lo que me mantiene en pie es la sed de justicia, que esas tres muertes no pueden quedar impunes", afirma.
Víctor Salas regresa al escenario del triple crimen
Junto a Expediente Marlasca, el abogado ha regresado, cuatro años después, al escenario del crimen, donde ha recordado a sus compañeras asesinadas, Elisa y Maritza. "Eran como mi familia", asegura. A él le salvó no estar donde Dahud Ortiz le esperaba, porque se quedó dormido: "Eso es lo que me salva la vida", rememora. "Me siento un superviviente y que he vuelto a vivir, he vuelto a nacer", confiesa.
Cuando camines por la calle, siempre mira detrás de tu hombro"
"Mi sorpresa fue que el egoísmo y los celos de un hombre desataron todo esto", lamenta este abogado, que ya había recibido amenazas de muerte en el pasado por su trabajo como abogado en Perú, su país de origen. Sin embargo, aunque Dahud Ortiz fue detenido, Víctor confiesa que a día de hoy sigue viviendo con miedo.
Y es que Ortiz aún no ha sido juzgado ni condenado y, de hecho, según relata, le hizo una escalofriante advertencia: "Cuando camines por la calle, siempre mira detrás de tu hombro".
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