El nombre de Yván Pozuelo se situó en el centro de los focos el pasado mes de junio al conocerse que la Consejería de Educación del Principado de Asturias expedientó a este profesor de francés de un instituto de Gijón por poner un 10 a todos sus alumnos o, en su defecto, permitirles a estos que se evaluasen. Una polémica que se difundió como la pólvora y que dividió a los docentes en favor o en contra de las razones expuestas por Pozuelo para calificar de sobresaliente a todos los alumnos.

Una polémica que vuelve ahora, cinco meses después de lo sucedido. La razón: Pozuelo ha recurrido su inhabilitación de ocho meses sin empleo ni sueldo -la Consejería entendía que "atenta contra el derecho de los alumnos a la evaluación objetiva"- al considerar injusta la decisión tomada: "Hay muchos criterios para evaluar así. Para que cada uno parta a su ritmo y, dependiendo de todo lo que ellos deben enseñar que saben hacer, anoto las destrezas que van sumando. En una misma actividad o proyecto, puedo evaluar unas cosas a unos y otras cosas a otros".

Así se ha expresado el profesor expedientado en Más Vale Tarde, donde ha indicado que él no resta los errores: "El error, conmigo, no es un problema, sino el primer punto para seguir mejorando. Es complicado, después de un año de trabajos, que realmente no lleguen a los 'dieces' en enseñanzas básicas, los mínimos exigibles, no en enseñanzas máximas, como si fuese la universidad". ¿Tiene esa forma de evaluar la desventaja de que los alumnos se esfuercen menos en la materia o se mantiene a todos los alumnos motivados?

"Les aseguro que están todos motivados, y no por el 10, sino por el método de enseñanza, que es el de no estresarse ni angustiarse por confundirse y cometer errores", ha respondido Pozuelo, que cree que la sanción se dio "por salir en prensa", y ha precisado: "No les gustó que saliera explicando que escribí un libro donde detallo cómo llegué a esa práctica, y nada más. Podría haber seguido haciéndolo así, pero no dar entrevistas en medios de comunicación".

En este sentido, ha añadido que él no está "aquí para seleccionar y catalogar, sino para enseñar. Yo me formé para enseñar, no para decirle a un alumno antes de hora si vale o no vale". Y ha concluido: "No voy a parar ni frenar a una persona, vaya un poco más rápido o un poco más lento, siempre y cuando esté trabajando y progresando. El que no trabaja no tiene un 10, a ver si con eso puedo tranquilizar un poco a la gente".