Pilar Eyre recordaba en Más Vale Sábado uno de sus mayores actos de rebeldía, con el que consiguió que "nunca más" le acreditaran para un acto de Zarzuela. "Ese día empecé a tener una actitud un poco más crítica con la familia real", reconocía. Y, es que, cuando ella estaba trabajando para Interviú, en 1981, la mandaron a una recepción de los reyes en el palacio Albéniz de Barcelona, donde antes del acto le enseñaron a hacer una reverencia.

"Había una señora que te enseñaba", recordaba, y explicaba a Boris Izaguirre y Adela González que no podía "mirarles a los ojos" y mucho menos "dirigirles la palabra o estrecharles la mano".

Sin embargo, cuando le tocó saludar a la reina Sofía se dijo: "No me da la gana de hacerle una reverencia. Reverencias se las hago a mi madre o a la Virgen". "Fui muy rebelde", reconocía, y ya por entonces "no era monárquica". "Le estreché la mano a Sofía", reconocía en este vídeo, donde explicaba que le dedicó "una mirada durísima" y dejó "la mano flácida como si fuera un lenguado". "Todo el mundo me estaba mirando y diciendo: '¡Pilar le está dando la mano a la reina! ¡La está tocando!'".