Ignación Jordá, más conocido como Nacho Vidal, se sincera con Jordi Évole en un programa en el que cuenta el tratamiento al que se está sometiendo para tratar su depresión, hablando con el periodista directamente desde la clínica en la que se encuentra.

En su primer encuentro de los dos que mantienen para grabar este programa, Nacho Vidal explica que lleva tres semanas de tratamiento, así como los motivos que le llevaron a aceptar participar en Lo de Évole. "El que una persona pública de repente te diga que está teniendo una situación de depresión, que tuve un ataque de ansiedad muy fuerte, un pánico que nunca había pasado en mi vida... No sabía qué hacer, la única manera de ayudarte es pedir ayuda", explica.

El máximo exponente del porno en España cuenta el "miedo" que pasó durante su depresión, cuando "no compraba comida", no se duchaba o no quería ver a nadie. Además, niega tener "ninguna dependencia" de las drogas, reconociendo que se ha "drogado y bebido lo más grande".

"Yo los sábados por la noche me quedaba en casa. Mi sábado era comprarme un gramo, ocho latas de cerveza y me masturbaba ocho, diez, doce horas. Solo", confiesa a Évole. Fue entonces cuando decidió ingresar en esta clínica por primera vez en su vida.

"Cuando empiezas a madurar es cuando sabes pedir ayuda", defiende. En su depresión, la testosterona tiene "muchísimo que ver", llegando a tener valores negativos en sus analíticas.

Durante su charla con Évole, Nacho Vidal también hace hincapié en las diferencias que existen entre el porno y la vida real, incidiendo en la importancia de la educación sexual. También se sincera acerca del caso del ritual del sapo bufo en su casa, en el que murió una persona.