Nunca antes había venido tanta gente de vacaciones en agosto: casi 11 millones de turistas internacionales, un récord que seguirá creciendo. Esto es una excelente noticia para la economía, pero cada vez genera más rechazo entre muchos españoles. Surgen preguntas importantes: ¿estamos preparados para recibir tanto turismo? ¿Podría este modelo morir de éxito?
En lo que llevamos de año, España ha recibido 64 millones de turistas, otro récord. No hace tanto tiempo, se celebraba con entusiasmo la llegada del turista número 10 millones. Hoy, la realidad es diferente. España ha cambiado, pero seguimos arrastrando un modelo que, a veces, prioriza la cantidad sobre la calidad, tanto de la experiencia de los turistas como de la vida de los residentes.
Un ejemplo claro es Cataluña, donde han tenido lugar algunas de las protestas más grandes contra el turismo masivo. Solo el año pasado, la región recibió 18,5 millones de turistas, en una comunidad que cuenta con siete millones de habitantes. Las manifestaciones, en las que participaron casi 3.000 personas, expresaron su malestar por el impacto del turismo en los comercios, los pisos turísticos y los problemas de convivencia.
Pero Cataluña no es la única afectada. En las Islas Baleares, por ejemplo, hasta 20.000 residentes protestaron en Mallorca, Menorca e Ibiza. Las islas recibieron más de 14 millones de turistas en 2023, lo que ha exacerbado una crisis habitacional y medioambiental. La mayoría de los visitantes provienen del Reino Unido, y aunque no todos los turistas son iguales, las protestas han generado molestia en algunos medios británicos sensacionalistas, que han calificado a los manifestantes como una "mafia antiturista". Algunos titulares exagerados, como los del 'Daily Express', decían: "La furia de un pueblo costero" o "Si dejamos de ir a España, nos rogarán que volvamos".
Hay ciudades en España que todos quieren visitar, pero en las que cada vez menos personas pueden vivir. Un ejemplo es Oropesa del Mar, en Castellón, donde la población pasa de 8.000 a 50.000 habitantes en verano, y los centros de salud colapsan. En Málaga o Granada, resulta casi imposible caminar por el exceso de turistas, y en algunos casos los residentes han tomado medidas por su cuenta, como ocurrió con un grupo de 60 vecinos que cruzaban sin parar para protestar contra los coches mal aparcados.
Por otro lado, no se puede ignorar que España es una de las mayores potencias turísticas del mundo. De hecho, se proyecta que para 2040 será el país con más turistas del planeta. Actualmente, el turismo representa el 13% del PIB nacional y genera más de 2,5 millones de empleos afiliados a la Seguridad Social. Si este año ya rondamos los 85 millones de turistas, se espera que el próximo año la cifra alcance los 100 millones.
La cuestión es si este crecimiento sostenido será viable a largo plazo o si, en algún momento, el modelo turístico de España colapsará bajo su propio éxito.
La primera en 33 meses
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