Por la propuesta de Bruselas
El pescado fresco de España, en peligro: productos de Argelia, Marruecos y Túnez podrían reemplazar al producto local
Las consecuencias Bruselas propone reducir los días de pesca en el Mediterráneo de 130 a 27 para proteger la biodiversidad marina, pero podría poner en riesgo 17.000 empleos y dejar a miles de familias con ingresos insostenibles.
La Comisión Europea ha propuesto una medida radical que afectaría a los pescadores de arrastre del Mediterráneo europeo, reduciendo drásticamente los días de pesca de 130 a tan solo 27. Esta propuesta, que ha generado una fuerte oposición entre los pescadores y el Ministerio de Agricultura, es vista por muchos como un golpe fatal para la industria pesquera en la región.
La propuesta de Bruselas supone una drástica disminución del 79% en los días que los pescadores podrían salir a faenar. Esta reducción se suma a un recorte previo del 40% que se aplicó en los últimos cuatro años, lo que significa que, en 2020, los pescadores podían salir a pescar hasta 230 días. Ahora, con la propuesta de la Comisión Europea, solo tendrían derecho a trabajar 27 días al año, lo que muchos consideran completamente inviable para la supervivencia de las familias dedicadas a esta actividad.
Los pescadores señalan que, con esta propuesta, tendrían que sobrevivir con un ingreso anual de solo 3.300 euros, una cifra muy por debajo del salario medio en España, que ronda los 27.000 euros anuales. Este recorte extremo se traduciría en la desaparición de muchas familias que dependen de la pesca para vivir, además de poner en riesgo más de 17.000 empleos directos e indirectos en toda la cadena productiva.
Además, esta reducción afectaría gravemente a las especies pesqueras tradicionales del Mediterráneo, como la merluza, el salmonete, el calamar y las gambas. Los pescadores advierten que, si se aplica esta medida, el pescado del Mediterráneo europeo desaparecería de los mercados y sería reemplazado por productos provenientes de países como Argelia, Marruecos y Túnez, que tienen estándares ambientales y de calidad menos estrictos.
Por su parte, la Unión Europea justifica esta propuesta por motivos ambientales, argumentando que es necesario proteger la biodiversidad del fondo marino. Sin embargo, los pescadores aseguran que las medidas ya implementadas, como el uso de mallas más grandes y el no tocar el fondo marino durante la pesca, ya están dando resultados positivos y que las especies se están recuperando. En este sentido, piden más tiempo para evaluar los resultados de las políticas actuales antes de adoptar medidas tan extremas.
El Ministro de Agricultura, Luis Planas, ha calificado la propuesta de "radical" y "desenfocada", instando a Bruselas a reconsiderar su postura y a buscar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y la viabilidad económica de los pescadores.