Un rezo para captar políticos
La Familia, la red cristiana secreta que influye en el poder mundial desde Estados Unidos
Los detalles Congresistas, dictadores y líderes internacionales han participado en los 'Desayunos Nacionales de Oración', el escaparate público de una organización que opera en la sombra con una misión: vincular el liderazgo político a Jesús.

Cada año, el 'Desayuno Nacional de Oración' reúne en la capital estadounidense a líderes políticos, religiosos y empresariales de todo el mundo. Lo que pocos saben es que detrás de este evento aparentemente inofensivo está 'La Familia', una red cristiana ultraconservadora que ha operado durante décadas en la sombra, influyendo silenciosamente en la política global.
El evento ha contado con la presencia de figuras como José Luis Rodríguez Zapatero, Tony Blair, la madre Teresa o Bono. Sin embargo, según revela una investigación recogida en el libro 'La Familia' de Jeff Sharlet, este acto es solo la punta del iceberg de una estrategia cuidadosamente diseñada para ganar acceso al poder.
Oración como estrategia de poder
La táctica es sencilla, pero eficaz: invitar a líderes a orar juntos, a pedir guía divina para los gobernantes. Nadie rechaza una invitación así en Estados Unidos. Y pocos líderes internacionales declinan participar en un acto rodeado de las élites del país más poderoso del mundo. A partir de ese contacto inicial, llegan las reuniones privadas, los vínculos ideológicos y, en algunos casos, la captación.
"El objetivo no es tanto rezar, sino vincular públicamente el liderazgo político a Jesús. Un Jesús convertido en símbolo de autoridad y poder", explica uno de los investigadores del fenómeno. La red actúa con discreción, pero cuenta con el respaldo de dirigentes de ambos partidos estadounidenses.
Orígenes místicos y teología polémica
La organización se remonta a 1935, cuando su fundador aseguró haber tenido una visión divina en la que Jesús le pidió que no se centrara en los pobres, sino en los ricos. Desde entonces, La Familia ha trabajado bajo la premisa de que el verdadero cambio llega conquistando el poder, no las masas.
"Trabajamos con el poder donde podemos; y donde no podemos, construimos uno nuevo", dijo uno de sus discípulos. Esta lógica les ha llevado a colaborar con figuras autoritarias como Siad Barre en Somalia o Suharto en Indonesia, si eso significaba garantizar la expansión del cristianismo o los intereses geoestratégicos de EE.UU.
Influencia global con rostro religioso
Aunque su influencia varía según el país, La Familia ha estado presente en momentos clave de la diplomacia estadounidense. Tanto Hillary Clinton como George H. W. Bush y Jimmy Carter han reconocido su papel en procesos como los intentos de paz entre árabes e israelíes.
Su doctrina se apoya en la llamada teología de la prosperidad, una corriente muy popular en el protestantismo estadounidense que sostiene que la riqueza y el éxito son signos del favor divino. "Si Dios te quiere, te hará rico", resumen algunos de sus adeptos. A esto se suma una visión moral estricta, nacionalismo religioso y un mensaje que, aunque nace en el protestantismo, ha logrado infiltrarse en otras confesiones.
Aunque su estrategia se basa en la discreción, el creciente interés mediático y académico está empezando a sacar a la luz la dimensión real de su influencia. La Familia no busca el voto ni el protagonismo público: busca formar y acompañar a los poderosos, estén donde estén, para extender su visión del mundo.