Mientras en España el PP negocia con Vox entrar en gobiernos de comunidades autónomas y ayuntamientos, en Alemania ni se lo plantean. La derecha ha rechazado radicalmente cualquier pacto con la ultraderecha. La considera "xenófoba", "antisemita" y han insistido: aunque lo necesiten, no pactarían con la ultraderecha alemana que según las encuestas ya es la segunda fuerza del país.

"No hay nadie que me supere en el claro rechazo y distanciamiento de este partido. Ese partido es xenófobo. Ese partido es antisemita. No tenemos nada que hacer con esta gente y no va a haber ningún acuerdo. Ni en secreto, ni en público, ni sobre la mesa, ni bajo la mesa. Conmigo y con nosotros, no", aseguraba en una entrevista de televisión el líder de la CDU, Friedrich Merz.