A Antonio Garrido le cambió la vida dar las campanadas en Santiago de Compostela. En 2009, año Xacobeo, Antena 3 le llamó para este momento tan especial. Entonces no tenía pareja y viajó junto a varios amigos.

"No les quería ni ver antes de las uvas", confiesa. Una vez pasado el momento de las campanadas, se fue con ellos a un bar en el que "no había absolutamente nadie".

"Vamos a entrar en un bar donde no haya nadie, me tomo un par de copazos y ya me lleváis donde queráis", comenta Garrido, que echa la vista atrás para recordar la primera vez que vio a su mujer. Una historia de amor que levanta los aplausos en el plató de La Roca.