Los datos oficiales nos ponen sobre la pista. Aseguran que los restaurantes son los que más alimentos tiran, según el Ministerio. "Saben que venimos, así que no nos resulta nada fácil sorprenderles echando comida a la basura. Lo que vemos en la cocina entra dentro de la normalidad. Ellos se controlan, pero hay alguien que no".

Un cliente se deja sin tocar todas las patatas de la guarnición. Otro, la mitad de los calamares y el acompañamiento. Es sorprendente ver la cantidad de comida que se queda en los platos.

Al final, la basura del restaurante se llena de dinero de los clientes: dos kilos y medio de alimentos que hemos pagado y hemos desperdiciado. Pero ellos nos esperaban. ¿Qué nos encontraríamos en la basura de los restaurantes si nos presentáramos de improviso?