Alejandro es uno de los pacientes del estudio pionero con el que el nutricionista Borja Bandera trata de descubrir los efectos del ayuno intermitente mediante la monitorización de 70 personas durante un año para observar los efectos en cada uno de ellos.

Todos los pacientes son obesos y, en el caso de Alejandro, se ha sometido a un ayuno a días alternos. Un tipo de ayuno que, según Bandera, puede ser de utilidad en algunos casos: "En personas con enfermedades metabólicas del tipo sobrepeso, obesidad e incluso en pacientes diabéticos". Por ejemplo, Alejandro pesaba 115 kilos y, tras tres meses de tratamiento, pesa 91.

El objetivo del ensayo es ver si el ayuno intermitente o las dietas que incluyan periodos de ayuno cortos tienen algún tipo de ventaja.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre el ayuno intermitente y el resto de dietas? Según el científico, a día de hoy, las diferencias son "mínimas".

De hecho, afirma: "El ayuno intermitente puede llegar a ser peligroso si se hace una mala selección de pacientes". "No lo recomendaría en las edades extremas de la vida tanto en niños como en adultos mayores, no lo recomendaría en embarazos ni en procesos de lactancia, no lo recomendaría cuando hay una enfermedad concomitantes graves como puede ser una neoplasia, un cáncer... y por supuesto no lo recomendaría cuando hay un antecedente claro de un trastorno de la conducta alimentaria", ha aseverado.