El presidente hace lo posible por evitar a los medios. El día de la vuelta tras el Mundial de Brasil las cámaras buscan la imagen de una selección derrotada. Pero la Roja tarda demasiado. La Selección española de fútbol sale por la puerta de atrás. No atienden a los aficionados ni a la prensa. El personal del aeropuerto es al único al que no pueden evitar. Villar tampoco da la cara. Su chófer le espera a pie de pista. No quiere medios cerca y mucho menos después del fracaso del Mundial de Brasil.

Villar no es un hombre fácil. El representante del fútbol español tiene aversión a las periodistas. Intenta mantener una vida discreta. No hacer ostentación de su patrimonio. Es propietario de un dúplex en Bilbao, en la mejor zona de la ciudad. Pasa tiempo en otra casa. A solo una hora de camino. En Santo Domingo de la Calzada. “Se camufla con una gorrita y un chándal y no hay quien le conozca”, cuenta un vecino de la localidad. Es una obsesión del Presidente: procura pasar desapercibido. Quiere ser uno más en el municipio.

Su propiedad en Santo Domingo de la Calzada no es la única. También tiene un dúplex de 200 metros cuadrados. Una vivienda en Marbella y otra en Estepona. La de Altea es la residencia de verano. Villar fija su residencia habitual en la capital, en un exclusivo barrio de Madrid. Pero el lugar donde más horas pasa el Presidente está a las afueras. En el municipio madrileño con la segunda renta per cápita más alta de España, Las Rozas. Aquí está la flamante sede de la Federación española de fútbol. Es el orgullo de Ángel María Villar. Intentamos acercarnos para hablar con él.

Vemos a algunos empleados que entran directamente al garaje. Pertenecen a una de las pocas plantillas que han aumentado durante la crisis. 168 trabajadores que cuestan 11 millones de euros en sueldos. Sólo el presidente gana 147.000 euros al año, más dietas. El doble que el presidente del Gobierno. Las instalaciones son de lujo, 4 campos de fútbol. 1 polideportivo con gimnasio. 1 edificio de medicina deportiva. 1 hotel de 7.000 metros cuadrados y el edificio principal: la sede de la Federación.

El epicentro desde donde el presidente, lo controla todo. En total 120.000 metros cuadrados. Nos preguntamos cuánto ha pagado la Federación de Villar por estos terrenos. El Ayuntamiento regala los terrenos públicos a la Federación de Villar. La justicia investiga esta cesión gratuita al margen de concursos, pero las obras de Villar para construir su Ciudad del Fútbol, son más rápidas.

En sólo 4 años levanta un impresionante complejo. “Las obras de la ciudad del fútbol se financiaron con dinero público, esas obras son también públicas que están hechas con el dinero del CSD”. Contra viento y marea, el presidente del fútbol español y el alcalde de Las Rozas, consiguen inaugurar la sede de la Federación. Meses después el Tribunal Superior de Justicia, declara ilegal la sede de Villar e imputa al alcalde por prevaricación y desobediencia a la Justicia. Todavía espera juicio.

Villar y sus trabajadores ‘okupan’ ilegalmente la ciudad deportiva durante una década. “Nadie puede comprender que habiendo una sentencia firme, permanezca años y años sin cumplirse la sentencia alguien en esos terrenos sin que pase absolutamente nada. Han sido dos del Tribunal Constitucional, 3 del Tribunal Supremo, 3 sentencias del Tribunal Superior de Justicia, y hasta 7 autos en ejecución de sentencia. Esto es una barbaridad”.

El presidente gestiona la federación al margen del conflicto legal. Hasta conseguir su objetivo: Que se legalice la ciudad deportiva a un precio que ni se imaginan. "Un euro le va a costar, un euro estar ahí 100 años, eso es lo que le va a costar a la FEF estar en los terrenos que está, 1 euro”.

La justicia obliga al Ayuntamiento a realizar un nuevo concurso al que sólo se presenta la Federación. Villar acaba pagando un euro. En metálico. ¿Pero cuánto dinero valen esos terrenos en realidad? “Pues esto puede costar igual de 47 a 50 millones de euros”. Villar se ahorra casi 50 millones de euros.