Carmelo lleva 43 años trabajando en hostelería. Sin embargo, la subida de precios está teniendo un importante impacto para su bar. El café, por ejemplo, hoy le cuesta casi el triple que hace un año. "Es la luz, es la cerveza, es el vino, es el agua, es que es todo", lamenta este propietario.

Su establecimiento tiene unos gastos fijos de 24.000 euros mensuales, ha tenido que prescindir de tres camareros y él mismo es el cocinero porque no puede permitirse contratar uno. El precio de los menús, según explica a Equipo de Investigación, lo ha tenido que subir de 10 a 11 euros.

Unas circunstancias que complican mantener a flote un negocio, que -afirma- no da más que para vivir. "No tengo vacaciones, no tengo días libres, vivo para el negocio para que podamos vivir cuatro familias y es lo único que saco en claro, no saco otra cosa", explica Carmelo. Puedes escuchar su relato en el vídeo.