Tan solo el grupo más cercano de seguidores de José Luis Cánovas, el autoproclamado lama y líder de una secta en Murcia, tenía acceso a sus rituales privados. Uno de ellos ofrece su testimonio al programa Equipo de Investigación: "Éramos muy poquitos, como tres o cuatro (..) Allí tuve una experiencia que se puede considerar mística".

"José Luis no paraba de hablar sobre budismo, sobre la naturaleza de la mente, el vacío, la luminosidad...", recuerda el exadepto, quien describe un escalofriante procedimiento semanal: "Con un bisturí hacía que levantáramos la lengua y nos daba un pequeño corte. Luego nos echaba unos polvos cicatrizantes".

Explica que eran unas diez personas las que se sometían a estas prácticas que, según el 'lama', se realizan en la India. El objetivo, según les informaba, era taparse "la nariz por dentro con la punta de la lengua", algo que "con mucha práctica se puede" conseguir, aunque reconoce que era muy doloroso.