No importa la edad que tengan. Muchos niños se ven en la obligación de ayudar a sus familias en el campo y trabajar de sol a sol. Esto es lo que sucede en algunas de las plantaciones de cacao de Costa de Marfil, lugar del que se obtiene el 60% del total del cacao mundial. Sí, ese que también llega a nuestras mesas.

El equipo de Enviado Especial es testigo de esta dolorosa situación y tiene la oportunidad de captar con sus cámaras a un niño de 8 años partiendo la cáscara del fruto del cacao con un enorme cuchillo, a golpes. El pequeño, confirma su padre, lleva tres años acompañándole en esta labor. Desde los 5.

Su jornada comienza a las 8 de la mañana. Trabaja todos los días menos los viernes, atendiendo a la costumbre musulmana. "No trabaja para nada como un adulto. Trabaja lo que quiere y cuando está cansado se va", traduce el intérprete las palabras del padre, que intenta defenderse.

La escolarización es obligatoria por ley en Costa de Marfil. "¿Por qué no ha ido el niño al colegio, señor?", pregunta Jalis. La respuesta es sencilla. "No tiene dinero para mandarlo al cole". "Dice que es por culpa de los compradores, que les pagan tan mal, que por eso ellos están en esta situación. Ha vendido tres sacos y no le han pagado el dinero que le deben desde hace cuatro meses. El niño no tiene ni para vestirse", interviene uno de los trabajadores, presentes en la escena, bastante indignado.

Que los niños trabajen en esta zona es más que habitual; también lo hacen los hijos de sus vecinos. Pero, ¿por qué no ponen fin a este hecho las autoridades locales? "Este cacao no es ilegal. Lo que sería ilegal sería tener a unos niños ahí esclavos, maltratados, que los has mandado de otro sitio... ¡Es su propio hijo! No hay ley en Costa de Marfil que te prohíba ir al campo con tu hijo. El niño viene a ayudar al campo nada más", explica Luis, el experto que acompaña a Jalis de la Serna en este documental.

"El mensaje, para los consumidores que están en Europa, el más importante, es que paguen el precio real del cacao a los productores para que ellos salgan de esta situación de pobreza. (...) Las multinacionales mienten a los consumidores", concluye Fidele, otro de los colaboradores de Enviado Especial para esta entrega.