La primera afirmación que analiza ‘El Objetivo’ sobre este el caso Bárcenas es la de que el extesorero del PP no pertenece al partido desde el año 2010. “El señor Bárcenas, como todo el mundo sabe, no es el tesorero del Partido Popular, no tiene ningún cargo orgánico en este partido y además hoy no es militante del Partido Popular”, aseguraba María Dolores de Cospedal en abril del año 2010.

En la misma línea se mostraba el vicesecretario de Organización el Partido Popular, el extremeño Carlos Floriano, hace apenas tres meses. “Cualquier relación con Bárcenas se rompe en el año 2010”, aseguraba el popular. A Cristóbal Montoro le patinó un poco la fecha, y afirmó que “el señor Bárcenas” no estaba en el PP desde el año 2009.

Según la demanda por despido presentada por el propio Bárcenas, el Partido Popular le dio de baja en enero de 2013. Atendiendo a esta demanda, las afirmaciones de los diferentes dirigentes populares serían absolutamente falsas.

La segunda pregunta que se hace ‘El Objetivo’ es: ¿hasta cuándo cobró del PP el señor Luis Bárcenas? Según el argumentario de la calle Génova, el Partido Popular no pagaba un sueldo a Bárcenas. Para la posteridad quedará la explicación que ofreció Cospedal y su famosa “indemnización en diferido”.

Según se desprende de la vida laboral del extesorero, el Partido Popular pagó regularmente su sueldo. Desde 2010 hasta el año 2013, Bárcenas ingresó 21.300 euros mensuales como asesor del PP. La explicación de Cospedal vuelve a ser falsa.

La tercera pregunta que se hace ‘El Objetivo’ es: ¿tenía Bárcenas despacho en la calle Génova después de que saltara este escándalo? Otra vez Cospedal, abanderada de la estrategia utilizada por el PP para desacreditar las informaciones sobre el caso, aseguraba que Luis Bárcenas no tenía despacho en la sede de Génova. “hay un lugar en la sede donde el pidió dejar archivados sus documentos y algunas cajas que tenía particulares, pero claro que no tiene despacho”. A la versión de las pertenecías personales se adhirió Carlos Floriano.

En contra de la demanda de Bárcenas, el juez asegura que, efectivamente, el extesorero del PP no tenía despacho propio y que los ordenadores no eran de su propiedad. Por fin, una afirmación verdadera en el caso del extesorero popular.