El rey afirmó hace dos años, durante su discurso de Navidad, que todos los españoles eran iguales ante la ley: "Afortunadamente vivimos en un Estado de derecho y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La Justicia es igual para todos", aseguraba el monarca en pleno escándalo del 'caso Urdangarin'.

El rey no es el único que ha defendido esa tesis públicamente. Entre nuestros políticos hemos escuchado decenas de veces esa afirmación.

"Todos somos iguales ante la ley, ese es una de los grandes logros de la democracia", opinaba Rajoy. "La Justicia es igual para todos”, sentenciaba Rubalcaba. “Vivimos en un estado de derecho y el principio de igualdad ante la ley es el que rige", explicaba el actual ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón.

La Constitución dice claramente que la figura del rey es inviolable y que no está sujeto a ninguna responsabilidad. Lo dice el artículo 56.3. ¿Qué quiere decir esto? “No tenemos una interpretación clara. Hay una interpretación, que es la más razonable, y que dice que el rey no puede ser responsable penal por hechos propios de su cargo y hay otra que dice que el rey no puede ser llevado ante un tribunal, para nada”, explica  el catedrático Jacobo Dopico.

¿Nos hubiéramos imaginado hace unos años ver a un miembro de la familia real yendo a declarar ante un juez por un caso de presunta corrupción? El 25 de febrero de 2012, el yerno del rey declaraba por primera vez ante el juez Castro.

Otro capítulo del 'caso Nóos' es la imputación y la posterior desimputación de la infanta Cristina tras la intervención de la fiscalía. En este caso podría parecer que hay un trato de favor con la hija del rey. El juez Castro quería que la infanta explicara su implicación en la trama pero la fiscalía y la Audiencia de Palma no estaba por la labor.