Un juez ha abierto una investigación a la empresa del vertedero de Zaldibar para determinar si hubo o no irregularidades antes del derrumbe del pasado 6 de febrero, cuando se quedaron atrapados dos trabajadores, que todavía no han sido encontrados. Además, el suceso provocó incendios entre los residuos que aún no han sido sofocados.

Una inspección realizada el año pasado detectó graves deficiencias: la chimenea no medía bien el metano, había vertidos no autorizados y el vertedero ocupaba más terreno del permitido. En noviembre, el Gobierno dio 30 días a la empresa para corregir esos problemas pero, aunque no lo hizo, no fue sancionada. La Consejería de Medio Ambiente aseguraba que estaba "a punto" de sancionar al vertedero por estas irregularidades.

"¡Vaya, qué mala suerte! Tuvo que ocurrir el siniestro justo cuando las autoridades estaban a punto de intervenir... alguien debería asumir responsabilidades", ha espetado Wyoming.

La tragedia del vertedero de Zaldibar ha provocado una crisis política en plena precampaña electoral en el País Vasco. Además, la oposición está aprovechando para criticar la gestión que está haciendo de esta crisis el Ejecutivo de Urkullu, que gobierna junto al Partido Socialista de Euskadi.

El director de Salud Pública del Gobierno vasco quitaba importancia a las toxinas del vertedero hablando del envenamiento del presidente de Ucrania hace 20 años: "Conocerán el caso. Intentaron envenenarle y le provocaron el acneclorado, le destrozaron la cara intentando asesinarle. No hablamos de esos niveles".

"Qué buena idea, tratar de calmar la preocupación de los ciudadanos hablando de un envenenamiento", ha criticado el presentador de El Intermedio.

Otros momentos destacados

El alcalde de Eibar ha destacado la necesidad de "seguir con la búsqueda de las dos personas desaparecidas y dotar de información suficiente a la ciudadanía sobre la calidad del aire y sobre las afecciones a la calidad del agua".