Cada vez cobra más importancia para los trabajadores el llamado 'salario emocional'. El término alude a aquellas condiciones al margen del sueldo que permiten al trabajador sentirse feliz con su empleo.

Los sindicatos advierten que tras este término se esconde una estrategia de marketing y recuerda que muchos de esos aspectos ya están recogidos en el Estatuto de los Trabajadores.

El Intermedio sale a la calle para comprobar cómo los trabajadores españoles, pese a su precariedad, están como locos con su salario emocional.

"Hace 40 años que soy becaria. Mi jefe todavía no me ha pagado y me dice que soy como de la familia. ¿Qué más puedo pedir?", afirma una mujer. "Yo no llego al salario mínimo interprofesional, pero tengo comisiones. Por cada venta que cierro me llevo un abrazo", añade otra joven ante las cámaras de programa.

Tranquilos, cómo podéis imaginar se trata de una 'encuesta manipulada' de El Intermedio. Pura ficción: como los unicornios, la ciudad de Gotham o los contratos indefinidos en España.