Fue en los 2000 cuando pudimos ver a las primeras boinas verdes, cuando por primera vez una mujer estuvo al mando de un buque de la armada y otra alcanzó el puesto de comandante.

También consiguieron tirar muros en el ministerio de Defensa, Carme Chacón fue la primera en asumir esa cartera y en un gesto histórico pasó revista a las tropas estando embarazada.

Un año antes en 2007 Rosa García Galea se había convertido en la primera mujer en España en pilotar un avión de caza y combate: cumplió su sueño con solo 26 años: "Desde pequeña recuerdo que quería ser piloto y conforme fui creciendo el sueño seguía estando ahí y fui encauzando mis estudios para lograr mi objetivo".

Para Rosa no supuso ningún inconveniente ser la única mujer: "Cuando yo ingresé como piloto de caza estuve yo sola en un grupo de chicos pero no noté ningún tipo de discriminación ni desigualdad. Quizá sí me costaba encontrar la ropa de mi talla o me tenía que hacer arreglos o lo que fuera pero poco más".

El momento más difícil para esta piloto fue el de ser madre: "La decisión de quedarme embarazada fue probablemente una de las decisiones más difíciles que he tomado porque siempre he tenido claro que quería tener hijos que quería ser madre, pero evidentemente el proceso del embarazo en el que me quedaba en tierra durante esos nueve meses fue muy duro, pero merece la pena".

Diez años después Rosa volvió a ser pionera siendo la primera mujer en la Patrulla Águila, el grupo de vuelo acrrobático del Ejército del Aire. "Mi marido había estado durante cuatro años en la Patrulla Águila y yo siempre estaba esperando que llegara mi momento para formar parte de este equipo y lograr otro de mis objetivos profesionales".

"Se salió mi marido de la Patrulla para poder compaginar lo profesional y lo familiar y pude entrar yo. Para mí ha sido otro tipo de vuelo totalmente diferente porque estando acostumbrados a volar en formación: siete aviones haciendo maniobras todos juntos el riesgo es mayor del que estamos acostumbrados", explica Rosa García.

Ella quita mérito a su papel: "No me siento como que haya hecho historia, yo no tengo más mérito que mis compañeros que han hecho el mismo esfuerzo lo han tenido igual de difícil. Ha sido igual de difícil para mí que para el resto de mis compañeros".

Otro paso hacia la igualdad lo dio en 2019 Patricia Ortega al convertirse al convertirse en la primera mujer general de las fuerzas armadas.