Un ciberacosador puede ser cualquiera, no hace falta siquiera que sea alguien desconocido. Por ello, antes de nada, debemos saber que la necesidad de tener 'likes' y seguidores es el principal motivo por el que explota la envidia. De aquí es de donde surgen muchos ataques en Internet.

El hecho de que el uso de las redes sociales cada vez esté más extendido, hace que las utilicemos con mayor confianza pero no por ello debemos fiarnos 100% de las personas que conocemos a través de ellas. Debemos tener en cuenta que son desconocidos y, a pesar de llevar días entablando conversación, hay que ser consciente de los datos que se comparten: fechas de nacimiento, datos personales, información privada... Esta joven víctima, Tamara, confesaba que buscó "un amigo" y se encontró con su "peor enemigo".

La psicóloga Ana Isabel G. Salegui analizaba en Cazadores de Trolls cómo funcionan este tipo de ciberacosadores, dejando claro que Internet es un lugar en el que muchos 'depredadores' captan información para utilizarla después si no haces lo que quieren.

Un simple comentario en una foto, la hora de publicación, e incluso el compartir la ubicación de lugares que frecuentas puede convertirse en una de las mayores torturas. Así reaccionaba Luisa, una víctima en Cazadores de Trolls, al darse cuenta de que había sido ella misma quien había dado en sus redes "las herramientas para que la ataquen donde más le duele".

El caso de Vanesa es otro claro ejemplo. Aquí, ambos se conocían y, por supuesto, eran 'amigos' en las redes sociales. Tras una larga investigación de los ataques a Vanesa, Pedro García Aguado hacía un paralelismo entre las cosas que había ido publicando Vanesa y cómo, de manera reactiva, el acosador publicaba reacciones. En su muro, su rabia estaba latente: "Lamentablemente cualquiera puede ser víctima de este acoso".