Vaya susto debió llevarse este niño que tras despertarse de un sueñecito en el autobús descubrió que su madre se había marchado sin él. La señora, que iba pendiente de su móvil, se olvidó por completo de que en su trayecto iba acompañada por su hijo.

El pequeño empezó a llorar desconsolado y uno de los pasajeros que viajaban en el mismo trayecto se hizo cargo de él hasta que su madre pudo recogerle en una parada cercana.

"A veces, no sabemos ni dónde tenemos la cabeza y vamos tan absortos en nuestros pensamientos que no nos damos cuenta de lo que tenemos al lado", reconoce Angie Cárdenas, que pronostica que el niño no volverá nunca a quedarse dormido en el transporte público.