Se deja hacer la manicura y la pedicura e incluso permite que le ponga una diadema en la cabeza. No sabemos si a este simpático perro le gusta que su mejor amiga humana juegue con él a ser esteticista, pero lo cierto es que no mueve ni un músculo mientras la pequeña se empeña en dejarle guapo, tal y como podemos ver en este vídeo de Aruser@s.

"Parece que les relaja, porque el mío se dejaba pintar las uñas de las patitas y no se quejaba", cree Tatiana Arús, que recuerda a su perrito. "Tiene buen pulso y sorprende, porque ves al perro tan serio que no te esperas que sea tan dócil", observa María Moya.

Angie Cárdenas, por su parte, se fija en que la pequeña no ha manchado la moqueta. "Como mínimo, no se ha salido del sitio. A ver si luego no queda la forma de la pezuña del perro en la moqueta", dice preocupada.