"Las pobrecitas que llegaron a la enfermería, las tres fallecieron, y las dos que fueron a la calle, Belén y Teresa, por lo menos las recuperó el SAMUR, aunque posteriormente fallecieron las dos", relata Abdón Núñez, abogado de la familia de Belén Langdon en la causa del Madrid Arena, en Anatomía de... "Pero si hubieran ido a la enfermería, como allí no hubo asistencia de ningún tipo...", lamenta, dando a entender que tampoco hubieran conseguido sobrevivir.

Eran casi las cuatro de la madrugada cuando empezaron las llamadas al 112. Los grupos de jóvenes buscaban una manera de salvar la vida de las chicas, algunos, intentando sacarlas del recinto; otros, acudieron a los servicios médicos que deberían haberles prestado atención 'in situ'.

Isabel de la Fuente, madre de Cristina Arce, una de las fallecidas, relata lo poco que ha podido saber desde el momento en el que consiguieron sacar a su hija de aquel tumulto hasta que murió. "Bueno, yo he visto imágenes, creo que es ella. La llevan en brazos. Pero, claro, tienen que buscar la enfermería, que no estaba muy señalizada. Y luego, enfermería por llamarlo algo, porque ahí había un cubo para vomitonas y no había ni siquiera agua", describe.

"Según me han comentado, el doctor Viñals dijo 'toda la noche atendiendo a borrachos y ahora me traen esto'. Lo dijo cuando llegaron Katia, Cristina y Rocío, que son las tres pobres que tuvieron la desgracia de caer en sus manos".

El doctor Viñals no les prestó ayuda, ni les practicó las maniobras de reanimación cardiopulmonar que podrían haber salvado sus vidas, básicas en situaciones como las que vivieron las tres víctimas. "No tenía ni idea de lo que había que hacer. No sabía hacer una reanimación cardiopulmonar. El doctor Viñals será mucho doctor, pero se ha dedicado a fundar el SAMUR y a ser un burócrata, no a ejercer la medicina", sentencia la madre de Cristina.