Las dramáticas llamadas de socorro de los amigos de dos de las chicas fallecidas en el Madrid Arena muestran la descoordinación que se vivió la noche de Haloween. El operador del SAMUR que respondió a la petición de ayuda parece no creer lo que le cuentan. En ningún momento envía el auxilio pedido y asegura que la gran cantidad de gente les impide entrar en el recinto.
Los amigos de Belén Landon y Rocío Oña, víctimas del Madrid Arena, piden auxilio mientras llevan a las chicas en volandas a la salida que les indica el operador del SAMUR. Las grabaciones que publica la web del diario "El Mundo" muestra una respuesta de los servicios del Samur entre la desidia, el interés o el escepticismo.
"Se está muriendo", grita una chica en la primera llamada. Sin embargo, desde el SAMUR repiten que no pueden entrar por el exceso de gente y les indican que las lleven "hasta la puerta del Ángel con el paseo de Extremadura" que se encuentra a cientos de metros del lugar donde se ubican las ambulancias. En la segunda llamada, es un chico el que pide auxilio: "Vamos con la chica en brazos (...) Estamos saliendo hacia el aparcamiento" repite mientras el SAMUR solo responde que no pueden entrar y que son ellos los que deben salir del recinto.
El propio operario que respondió la llamada, Francisco Manuel, se ha justificado en una radio alegando que él no debe responder las llamadas ya que es el conductor de la ambulancia: “yo estoy allí forzado, yo estoy ocupando un sitio que no me corresponde porque soy conductor de ambulancia y no operativo. Yo no he de recibir llamadas. Además, no me expreso bien”.