Pau Mateo es un médico español que trabaja en el servicio de Urgencias del Hospital de Piacenza, en Italia. Afirma que está viviendo el brote de coronavirus en el país "con tranquilidad, intentando contener todo lo que podemos el virus" y siguiendo las indicaciones de las autoridades italianas y la OMS.

Aunque explica que no puede dar datos sobre si algún compañero del hospital ha dado positivo, los medios italianos ya se han hecho eco de ello. Sobre las mascarillas, que en muchos lugares del país se han agotado, ha explicado que estas "realmente son necesarias si uno presenta síntomas, de resfriado o de catarro, sobre todo para no transmitírselo a otras personas".

"Recordemos que el personal de quirófano, cuando utiliza la mascarillas quirúrgicas es para proteger al paciente cuando uno exhala o tose", ha ejemplificado.

A su juicio, la prevención frente a este virus debe ser, en definitiva, la misma "que tendríamos cuando estamos con personas que tienen gripe o catarro: buena higiene de manos, con agua y jabón -si no tenemos jabón, jabón de base alcohólica- y toser dentro del codo". Asimismo, ha precisado, es aconsejable "evitar estrechar manos, dar dos besos, compartir vasos o incluso dar besos en la boca a personas que puedan tener estos síntomas de resfriado".

Preguntado sobre la situación en el hospital, ha admitido que "hay miedo, evidentemente, pero las Urgencias tienen que seguir funcionando porque, a pesar de todo esto del coronavirus, siguen llegando pacientes que necesitan intervenciones quirúrgicas urgentes, por infartos, ictus o fracturas". "No nos podemos parar", ha insistido.

El doctor Pau Mateo, que reside en Pavia, ha relatado que en algunas farmacias de esa localidad hay carteles de "no nos quedan mascarillas" y han cerrado gimnasios y supermercados. No obstante, ha indicado que las rutinas de trabajo no han cambiado especialmente en su servicio: "Otro día más en Urgencias", ha resumido.