Ignacio Cembrero ha destacado que pueden sacarse dos lecciones del derribo del dron estadounidense por parte de un avión ruso. "Primero, los riesgos que hay de que en el Mar Negro, en el Báltico o en algún otro lugar se produzca un incidente entre fuerzas de la OTAN", ha indicado.

De hecho, ha destacado que, aunque la tensión entre Rusia y Estados Unidos puede haber crecido tras lo sucedido, no es "no es excesivamente grave porque no era tripulado".

En cuanto a la segunda lección que podemos sacar de lo sucedido, Cembrero destaca que esto "nos ilustra absolutamente sobre la implicación de Estados Unidos con Ucrania a la hora de proporcionar inteligencia".

El experto ha destacado que, la información que recababa este dron no era para que se la quedase el Pentágono, "iba a ser transmitida a las Fuerzas Armadas ucranianas para que puedan desarrollar su guerra". Un hecho que demuestra que existe un gran apoyo de inteligencia con drones, satélites norteamericanos y con el espacio de la ciberseguridad.

"Este es un elemento clave desde el principio de la guerra que ha ido a más. Estados Unidos y otros países trasladan toda la información que recaban a Ucrania. Es una ayuda no visible pero que está muy presente y es muy importante", ha indicado.