Este martes, Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el Pequeño Nicolás, ha sido condenado a 3 años de cárcel por usurpación de funciones públicas y por cohecho.

Y precisamente sobre el primer delito, el de usurpación —cuando se hizo pasar en 2014 por un cargo relacionado con la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real en su viaje a Ribadeo (Lugo)—, hablaba el condenado el pasado mes de junio en el programa Liarla Pardo, alegando que no se arrepentía de nada y que no sentía "haber cometido ningún delito".

"Yo no digo que cometí delitos, digo que cometí errores. No siento que haya cometido esos delitos... Si me arrepintiera de algo, hoy no sería yo, porque si voy arrepintiéndome de las cosas no podría aprender de los errores que cometo", lanzaba.

En este sentido, Gómez Iglesias defendía que "a esa edad tenía la realidad distorsionada y no era consciente de lo que hacía". Algo que también ha entendido la Justicia, ya que en la sentencia de hoy se le han aplicado las atenuantes de anomalía psíquica y dilaciones indebidas.

Junto con eso, el pequeño Nicolás también destacó en la entrevista con Cristina Pardo un cambio de actitud que, según él, estuvo claramente marcado por el paso de los años. "Te diría que seguiría en mi megalomanía, pero como han pasado 7 años te digo que con ayuda y por la presión mediática se va resolviendo".

Así, concluía que lo que le llevó a darse cuenta de la gravedad de los hechos fue la reacción de sus padres, poco tiempo después de que la investigación floreciera: "Mis padres, viendo un programa, me dijeron: "¿Y esto? Y ahí me preocupé", explicaba antes de sentenciar: "Si mis padres piensan que es verdad, imagínate un hombre en un pueblo que no me conoce de nada".