Cola es un perro que, junto a su capacidad para caminar, Cola ha recuperado la sonrisa. Perdió las patas delanteras después de que un vecino de su dueño le atacara por mordisquearle los zapatos, pero una protectora de animales le ha colocado unas patas de plástico que le permiten volver a caminar. El dueño del animal lo llevó al refugio por miedo a lo que le pudiera pasar y a no sentirse capacitado para cuidarlo como merece.