El 16 de noviembre de 2019, Rosemary Frank decidió subir una foto a su cuenta de Facebook. En ella, aparentemente, solo hay un montón de hojas apiladas en el suelo. A ojos de cualquiera de sus seguidores no debía de ser más que una imagen del otoño —al fin y al cabo, las fechas indicaban exactamente eso—. Pero la realidad es que un pequeño intruso aguardaba entre los restos de los árboles. Aún no lo sabía, pero estaba a punto de revolucionar el mundo de las redes.

Su nombre es Lion, y su capacidad para esconderse está a la altura del mismísimo Wally. Es verdad que no lleva gafas, no porta un gorro de rayas rojas y blancas y no luce un jersey de la misma guisa. Pero este gato de carey —una raza de felinos muy particular, que combina varios colores en su pelaje, como blancos, negros, grises o anaranjados— es incluso más difícil de encontrar que el protagonista de los libros infantiles. “Los colores de las hojas de otoño hacen que Lion casi desaparezca. ¿Podéis encontrarlo?”, publicaba Rosemary.

La única pista que da la autora del post para encontrar al gato camuflado es los colores de su pelaje. Concretamente, asegura que la mezcla es “rojo, naranja, negro y unas motitas de blanco”. De hecho, es tan complicado dar con él que los usuarios no tardaron en rozar la locura en sus respuestas, hasta en varios idiomas: “Show where it is! Mostra donde esta! montrer où c'est!”, exclamaba una respuesta.

Al final, Rosemary se apiadó de aquellos que no daban con el animal y publicó la solución —si no lo has encontrado aún, esto es un aviso de spoiler—. Realmente, el gato estaba situado en la parte central, ligeramente hacia arriba, aunque sus ojos apenas se pueden apreciar entre las hojas. Aquí, una ampliación de dónde se esconde:

Todo un reto que alguno que otro todavía se ha atrevido a infravalorar: “Era muy fácil. ¡Qué pena, ponlo más difícil, por favor!, bromeaba un usuario.