Finalmente, ha habido buenas noticias: Kristian y Amantia, los niños alemanes desaparecidos en Tenerife, de 11 y 10 años, han sido encontrados sanos y salvos este martes, después de que se haya confirmado la detención de su padre.
Y hoy también se ha escuchado el desgarrador testimonio de Enke, la madre de los pequeños que, desesperada, se marchó a Canarias a buscar a sus hijos por su propia cuenta. En una entrevista con 'El Programa del Verano', efectuada antes de conocer la noticia de la detención, la progenitora relata la pesadilla que fue convivir con su expareja y el sufrimiento que pasaron tanto ella como los niños.
De hecho, cuando el padre vio que estaba colocando carteles en Tenerife, se puso en contacto con ella para amenazarla: "Me llama y me pregunta: ¿Qué estás haciendo? Y luego me dice: te voy a matar a ti, a tu familia y a los niños", cuenta Enke desgarrada.
La mujer describe el agobio de estar más de ocho meses sin ver a sus hijos, sobre todo ante la incertidumbre de si seguirán con vida. "Tenerife es muy grande. Me sentí muy pequeña e impotente ahí", explicaba. Aun así, la pesadilla ya era una realidad tiempo atrás, en enero, cuando puso una denuncia ante la policía.
"El día 17 puse una denuncia en la Policía, porque mi hija le escribe a su amiga que no va a volver más. Él podía ver a los niños dos veces cada dos semanas, pero hubo un antecedente y no pudo ver a los niños durante un año, porque me pegó", asevera.
El calvario continuaba: "Me fui a una casa de acogida en 2013. Era agotador vivir con violencia, yo no quería que mis niños lo viesen", espeta. En mitad de la entrevista, el dolor es tal que rompe a llorar. Así, cuenta que no podía ver nada que le recuerde a sus hijos: "Cierro la puerta de los niños porque no quiero entrar".
Ahora, la sensación es muy distinta. El padre de los dos niños ha sido detenido al oeste de Portugal junto a los pequeños, que se encuentran en buen estado de salud. En concreto, el padre de los menores ha sido arrestado en Caldas da Rainha, a 90 kilómetros de Lisboa, hasta donde llegó el pasado 19 de junio en un vuelo de Tenerife a Madrid y de allí a la capital portuguesa.
El padre mañana, acusado, tendrá que declarar ante el juez. En el momento de la detención no estaba solo, ya que iba acompañado de una mujer que podría ser su pareja. Sobre él hay una orden de detención europea, y el plazo podría ser de unos diez días. Afortunadamente, los menores viajarán a Alemania: tras meses de sufrimiento, su madre se reunirá con ellos de nuevo.