El consejero delegado de IQOXE, José Luis Morlanes, ha descartado que el grave accidente ocurrido en su planta de Tarragona se produjera por un error humano y ha rechazado que la empresa trabajara al máximo de su capacidad de producción y las acusaciones de precarización de la plantilla.

En una entrevista a TV3, el directivo de la empresa, en la que una explosión provocó tres muertos y siete heridos, ha afirmado desconocer la existencia de las cuatro sanciones impuestas por Inspección de Trabajo de la Generalitat por incumplir en los últimos años la normativa.

"No sabemos todavía qué ocurrió porque todavía no hemos podido entrar en la zona, que está confinada. ¿Cómo puedo decir si hubo un error humano o un mal funcionamiento?", se ha preguntado Morlanes, que a continuación ha afirmado que la hipótesis principal no es el error humano ya que todo el proceso de producción está automatizado.

En este sentido, ha explicado que el sistema de control del reactor donde se produjo el incendio "está automatizado y los trabajadores sólo llevan a cabo la supervisión" de parámetros como la temperatura y la mezcla de sustancias químicas.

Respecto al protocolo de emergencia, ha insistido en que se aplicó correctamente. Tras expresar su extrañeza por las sanciones impuestas por Inspección de Trabajo, que ha reiterado que desconoce, Morales ha reprochado a la Generalitat que no se pusiera en contacto con la empresa tras conocerse el accidente para saber cómo estaban.

El directivo de IQOXE ha defendido que la plantilla de la planta, integrada por 120 personas, "está ajustada" y que las retribuciones están por encima del convenio del sector, con un salario mínimo de 32.000 euros al año en el caso de un empleado que acaba de ingresar, y que llega a los 37.000 euros en dos años. Así, ha negado que se pueda hablar de precarización laboral y que hubiera deficiencias en formación en prevención y riesgos laborales, al tiempo que ha expresado su compromiso de mantenimiento del empleo.