Conchi ya sabe donde va a colocar la letra B para identificar correctamente su puerta. Aunque cree que es grande, de momento quiere sentirse segura. "No creo que vuelva a pasar, pero es mejor estar bien identificados", asegura.
Días después de que los agentes, en un operativo policial, entraran por error en su casa tiene pesadillas con este momento. "Me asomé a la escalera y vi un pelotón de agentes armados. El primero me cogió del pecho y me arrinconó con la pistola. Les preguntaba que quienes eran, pero no me contestaban", explica.
"Iban todos de negro, con pistolas, eso no se me va a mí de la cabeza. Todavía me despierto sobresaltada cuando me acuerdo", añade.
Todavía, dice, ella y su hijo están tomando tranquilizantes. La Guardia Civil le ha pedido perdón y le pagará la puerta, aunque de momento ha tenido que pedir ayuda. Además, podría solicitar una reclamación patrimonial y recibir una indemnización.