La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha confirmado a la Audiencia Nacional que los últimos propietarios de las plantas de producción de aluminio en Avilés y A Coruña vaciaron las cajas de los dos centros mediante la adquisición de criptomonedas.

Una situación que, nada más comprar la planta de Alcoa, los trabajadores sospecharon. Sin embargo, confiaron una vez más en lo que les prometían:indemnizacionesy empleos, que ahora según el informe de la UDEF se ha convertido en inversiones en criptomonedas.

En concreto, los investigadores certifican que al menos 285.000 euros habrían sido desviados hacia el mercado del dinero virtual. "Ya cuando estaban ahí había el rumor de que iban a invertir en criptomonedas para que ese dinero no pudieran encontrarlo", explica David de la Fuente, uno de los extrabajadores.

Ahora, los trabajadores de la antigua Alcoa, ven cómo no llegan ni los salarios que quedaron por pagar ni la indemnización por despido. "Era un dinero con el que contabas, se hace difícil", reconoce David Vecino, uno de los afectados.

Una situación que todavía es más difícil para aquellos que no tienen trabajo. "A la mayoría nos quedan siete meses de paro y sin solución de momento", reconoce Juan Carlos López.

Por su parte, Juan Ramón Paseiro, de UGT Alu Ibérica, reconoce que la situación de los trabajadores es cada vez más traumática. "Estamos sin cobrar los salarios adeudados y sin cobrar ningún tipo de indemnización".

En el sumario de la Policía judicial, se evidencia cómo desde la empresa Alu Ibérica y bajo el nombre "pago de chatarra" se desviaron los fondos de las antiguas fábricas de Alcoa y mediante un gran entramado de sociedades el capital terminaba en una plataforma compraventa de criptomonedas

"Se hace doloroso que tu dinero se haya esfumado por ahí", confiesa David Vecino. Todavía queda que el juez se pronuncie sobre si se trata de un intento de despatrimonializar las dos plantas de aluminio.