Hace tres años Luisa y Jose Antonio entraron en un quirófano. Ella para donar un riñón y él para recibirlo, aunque no entre ellos, sino con otra pareja. Luisa se animó a hacerlo."Vi que había sucedido ya una vez, que habían hecho un trasplante cruzado ente varias parejas, y me informé porque llevábamos ya tiempo en lista de espera de un donante fallecido para mi marido", comenta.

Tener acceso a donantes vivos aumenta la posiblidad de encontrar el órgano. El procedimiento consiste en intercambiar donantes entre parejas incompatibles entre sí. Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, explica el proceso. "Lo que se hace es buscar a otra pareja en otro punto de España que el donante de la primera se lo pueda dar al receptor de la segunda y viceversa".

El trasplante renal cruzado se ha convertido en el milagro para muchos enfermos. Luisa ve la mejoría de su marido y lo afirma. "Estoy satisfecha con lo que he hecho y le veo perfectamente, y espero que la persona a la que yo se lo doné se encuentre en las mismas condiciones".

En el caso de Luisa y Jose Antonio, fue un 'donante samaritano', que le donó de forma altruista el órgano a cambio de nada. Para Jose Antonio, el receptor de ese riñón, hay que estar muy seguro de dar el paso. "Hay que tener las ideas muy claritas porque no todo el mundo vale, yo a veces pienso, ¿sería capaz de hacer esto?", se pregunta.

Ya son 125 parejas las que se han visto beneficiadas,y cada vez son más los trasplantes de este tripo que se  hacen en nuestro país. Para Matesanz, "cuantas más parejas tengamos, más posibilidades hay de encontrar un donante y un receptor que casen entre sí y en consecuencia más enfermos se podrán beneficiar".